20 / Noviembre / 2018
En casos de pacientes edéntulos (sin dientes) durante largo tiempo el profesional se encuentra con la dificultad de colocar un implante convencional, por lo que es en estos casos donde un implante cigomático viene a solucionar el problema.
Esta pérdida del hueso imposibilita en muchos casos el éxito de un implante en el maxilar, por lo que hay que recurrir a la colocación en el arco óseo de las mejillas, en el hueso cigomático. Es por eso que este tipo de implantes son mucho más largos que los convencionales.
La tasa de éxito en estos casos es altísima, y por eso se recomienda en casos de pérdida de hueso extrema donde otros implantes tendrían un alto porcentaje de fracaso.
Esta intervención se puede acometer con anestesia local, aunque en algunas intervenciones y dependiendo de la tipología del paciente se puede optar por la sedación consciente.
Además este tipo de intervenciones permite la “carga inmediata”, por lo que el paciente podrá salir de la consulta con piezas dentales temporales hasta la colocación de sus piezas definitivas.